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¿Sabías que el hecho de repasar para un examen es un aspecto esencial en el estudio? Existen muchos estudiantes que se olvidan de planificar estos repasos o que directamente no dedican tiempo a revisar aquellos conceptos, ideas e información que han estado estudiando durante horas. 

En el momento de estudiar, es fundamental saber comprobar lo estudiado, es decir, es indispensable establecer una estrategia de repasos que te permite seguir avanzando en el estudio. 

¿Por qué es tan esencial revisar lo que ya has estudiado? ¿Cada cuánto tiempo deberías comprobar que has adquirido todos los conocimientos sin olvidar nada? 

Continúa leyendo este artículo para saber cómo debes repasar para un examen.

¿Qué es el repaso? 

El repaso es una técnica de estudio que consiste en volver a leer aquello que hemos estudiado previamente, con el objetivo de consolidar los conocimientos adquiridos y reforzar el recuerdo. 

Mientras estas repasando, vuelves continuamente a la misma información, actualizas los conocimientos e interiorizas lo estudiado. 

El objetivo de repasar lo estudiado es reforzar la información memorizada para que se traslade a la memoria a largo plazo y no sea olvidada. 

La curva del olvido 

El olvido es la pérdida de acceso a una información procesada previamente en la memoria. Por lo general esta situación se produce por el paso del tiempo, aunque en algunos casos se puede dar por bloqueo mental. 

La curva del olvido representa de qué manera se va desvaneciendo el recuerdo de lo aprendido. 

Herman Ebbinghaus fue un psicólogo alemán que estudió los ciclos del recuerdo y el olvido. 

La curva del olvido es una gráfica y teoría, propuesta por Herman Ebbinghaus, encargada de describir como olvida el cerebro. Esta curva conceptualiza el porcentaje de información que perdemos en función del paso del tiempo. 

En sus estudios declaró que en un día olvidamos el 50% de lo aprendido. Al segundo día olvidamos el 70% y en una semana habremos olvidado el 90%. 

curva del olvido

En esta gráfica se puede ver en rojo la curva del olvido establecida por Ebbinghaus, sin repasar y en verde aparece la cantidad de información recordada con cada repaso. 

Teniendo en cuenta los datos ofrecidos por el estudio, podemos afirmar que, para retener la máxima cantidad de información posible, es imprescindible repasar periódicamente la información. 

¿Cómo repasar? 

En función de los días que tengas para el estudio y la cantidad de contenidos que debas memorizar, los días que dediques al repaso de lo aprendido serán distintos. 

Si el contenido es fácil y escaso, quizás solo necesites uno o dos días para el repaso. Sin embargo, si el contenido es de mayor dificultad y amplio, es probable que necesites más de dos días previos al examen para el repaso. 

Es muy recomendable utilizar tu propio temario con resúmenes, esquemas y mapas conceptuales. Evita estudiar únicamente con el temario tal cual viene en el libro o apuntes. 

Cuando elaboramos nuestro propio temario basándonos en el original, la información la estructuramos y la entendemos, lo cual es muy eficaz para estudiar. 

Las mejores técnicas para repasar un examen 

Reproducción del temario 

Esta técnica consiste en reproducir el temario tal cual está en los apuntes. Una vez has terminado, revisa el temario original y marca los errores para recordarlos en repasos que hagas más adelante. 

Si continúas cometiendo los mismos fallos, seguramente tengas un problema de comprensión por lo que deberás volver al temario inicial y darle otro tiempo de estudio a esa parte hasta que lo entiendas completamente.  

Recitar el temario 

En esta técnica de repaso deberás contarte la lección a ti mismo como si fueras un experto en el tema, comprobando si has cometido un error en la exposición. 

Exponer en voz alta, moviendo las manos para enfatizar y caminando te ayudará a retener la información. 

Este método te ayudará a dar una estructura al contenido ya que para explicar algo primero debes ordenar los conceptos en tu cabeza. 

Es ideal si tu estilo de aprendizaje es auditivo, es decir, si aprendes mejor escuchando y hablando. 

Repasar para un examen con flashcards 

Este tipo de repasos se hizo muy famoso a la hora de memorizar vocabulario, definiciones y fórmulas. Es muy práctico ya que te permite elaborar las tarjetas a medida que se va estudiando.  

Un aspecto positivo de esta técnica es que, al tener un espacio limitado para escribir, estás obligado a seleccionar lo más importante y sintetizar el contenido. 

El único punto negativo es que debes invertir cierto tiempo en hacer las tarjetas y si el tiempo se te echa encima puede que no sea la mejor opción. 

Autoevaluarse 

Una buena técnica de estudio es realizar exámenes de años anteriores. Al responderlos estarás autoevaluándote y tomando conciencia de cuáles son los puntos fuertes y que información debes repasar. 

Un aspecto positivo de esta técnica es que en el mismo momento que repasas lo aprendido estás evaluando tu progreso.  

Además, hacer este tipo de simulacros te prepara mentalmente para el día del examen. 

Si no tuvieras exámenes de otros años disponibles deberás plantearte tus propias preguntas.  

Mientras estás estudiando, imagina de qué manera podrían preguntarte esa información en el examen. Escribe las preguntas que se te ocurran en un documento aparte y donde puede encontrarse la solución de las mismas. 

Conclusiones finales

Como habrás podido comprobar en este artículo, el repaso es un elemento indispensable para memorizar a largo plazo. 

Acuérdate de la curva del olvido y la gran importancia que tiene el repaso para evitarla. 

Esperamos que te haya quedado cómo repasar para un examen. Te animamos a probarlos, combinarlos y ver cuál es el que mejor te funciona. 

Si te ha gustado este artículo te recomendamos leer los pasos para organizar tus apuntes para estudiar.

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